CARACAS – El inglés David Beckham dijo en una oportunidad: “El fútbol no es un juego, es magia”. El ex mediocampista del Manchester United y Milan no se equivocaba el balompié es capaz de unir alrededor de él personas de culturas, razas y religiones diversas.
En Brasil, donde el fútbol es una religión, en los próximos días se disputará la Copa de los Refugiados. Las ONG “Africa do Coração” y Caritas tienen pensado mediante el deporte más popular del mundo ayudar a la inserción de decenas de refugiados.
La edición 2018 de la Copa de los Refugiados se disputará en la ciudad de Sao Paulo. La única condición que tienen los equipos es tener en sus filas jugadores refugiados o emigrantes. Cada conjunto debe tener en sus filas 16 jugadores. Este año entre las delegaciones participantes habrá una de Venezuela. Esta será la segunda ocasión que un equipo proveniente de la tierra de Bolívar disputará este torneo.
La primera edición de este Torneo se disputó en 2014, el mismo año del mundial Brasil 2014. Ese año los equipos participantes fueron 8 y se proclamó campeón Haití que derrotó con marcador de 2-0 en la final a la República Democrática del Congo.
Tanta fue la popularidad de la Copa de los Refugiados que en su segunda edición fueron 16 los países inscritos.
El cronograma de la edición 2018 es el siguiente: el 23 de junio se registraran los clubes participantes. Después el 1ero de julio en el Auditorium del Municipio de Rio de Janeiro se realizará una rueda de prensa de presentación de la competición. El día siguiente habrá actividades para los más pequeños.
El 3 de julio, en la sede de la Confederação Brasileira de Futebol (CBF) se realizará el Congresillo con el sorteo de los grupos. Al día siguiente se dará el pitazo inicial de la Copa de los Refugiados. Las sedes que albergaran el torneo serán el estadio São Januário (por confirmar) y la final se disputará en el estadio Olímpico de Nilton Santos.
No queda más que esperar el puntapié inicial para ver quien levantará bajo el cielo amazónico la Copa de los Refugiados. Desde nuestra tribuna alentamos a la delegación Vinotinto.
Por Fioravante De Simone