Andrés Ojeda comenzó a estar en las canchas a la edad de 4 años, ya casi 11 años después sigue trabajando para alcanzar lo que él denomina «su sueño».
Jugó en Venezuela de forma competitiva desde sus inicios con el colegio San Agustín el Marqués, con Estudiantes de Caracas y con Santo Tomás de Aquino lo que dio oportunidad de jugar también varios juegos nacionales en representación de D.C. y Miranda, torneos satélites con Tricolor en Mérida, e incluso a 2 mundialitos en Algarve, Portugal y los últimos 2 años antes en Venezuela, portó la camiseta Azzurra del CIV Caracas, donde se coronaron subcampeones nacionales en el año 2012 con la Sub12 Federada y donde queda también como líder goleador.
Ese mismo año queda campeón Nacional con Dtto. Capital en Guanare donde tuvo una gran participación. Recibió dos convocatorias para módulos con la selección Sub15 Vinotinto en el 2013.
En el año 2014 se separa su familia y en la búsqueda de nuevos horizontes llega a USA, cargado de muchas ilusiones y expectativas. A pesar de la barrera del idioma, asiste a diversos campos de entrenamiento; donde el equipo Tampa Bay United SC, le dio la oportunidad de jugar la U14 Development Academy. Siendo primera edad, logró disputar 26 partidos, con un poco más de 53% de tiempo en campo, se convierte en el máximo anotador de su equipo y el tercer máximo goleador a nivel nacional USA, anotando 35 goles en su primera temporada, lo cual le ha permitido ser convocado en 4 oportunidades a los Centros de entrenamiento del USSoccer.
Ahora está comenzando un nuevo reto en estas lides, recién incorporándose en la cantera U14 Pro DA del Orlando City Soccer Club MLS, (en el que milita Kaká en el primer equipo) donde la competencia es más fuerte todos los días…
A diario hay un sacrificio enorme para él y su familia, ya que su colegio y lugar de residencia es en Tampa donde vive. Viajan por 2 horas al campo entrenamiento, allí entrena y luego vuelven. Va haciendo su tarea y comiendo en el carro porque desde luego su rendimiento académico tiene que continuar en forma positiva. Ahora es freshman en high school (9no grado) y es sumamente importante que combine las dos cosas.
Andrés es un muchacho lleno de humildad, de respeto, introvertido, pero constante, disciplinado con su deporte y agradecido con los entrenadores que lo han visto crecer. Sólo sabe trabajar a diario para lograr conseguir la convocatoria para el siguiente partido, pero como dice su madre…. «quiero que Andrés sea un gran ser humano, lo demás llega por añadidura»…
Ha recibido siempre muchos consejos, opiniones y sugerencias de distintos ángulos, quienes siempre han seguido el desarrollo de Andrés, como Dani De Oliveira, ex seleccionador Nacional SUB 15 y 17 de Venezuela, quien se refirió a él señalando:
…»Andrés Ojeda es parte de esa camada de jugadores venezolanos en el exterior que con mucho talento y disciplina dibujan día tras día el camino hacia la excelencia con mucho sacrificio.»
De Oliveira acentúa…»Recuerdo cuando llegó a Tampa hace aproximadamente un par de años. Le comenté a un amigo que dirigía una de las grandes Academias de fútbol, que observara a Andrés. Con el tiempo se convirtió en uno de los jugadores más importantes de su categoría en los EEUU. Su capacidad goleadora además de sus grandes virtudes asistiendo goles ha hecho de él un jugador atractivo para el creciente y competitivo fútbol Norteamericano.
En pocas palabras, Andrés, a su corta edad, ya es una figura establecida en ese país. La MLS le ha puesto el ojo a través del Orlando City y lo ha anunciado como uno de sus futuros prospectos. Pero lo más increíble de todo es que, su madre y él, recorren todo los días más de 260 km para asistir a los entrenamientos. Un largo trayecto de sacrificios que se convertirá en ilusiones para poder llegar a la excelencia del fútbol mundial algún día.»
Con mucho orgullo el técnico venezolano concluye…»Andrés tiene todo los ingredientes para ser un gran profesional en este deporte tales como la disciplina, personalidad y talento. Así que allí estaremos siempre para apoyar sus derrotas y disfrutar sus triunfos.»…
