La sociedad toda y el mundo están evolucionando en la dirección de convertirse en una sociedad de aprendizaje, a pesar de la pandemia y del COVID 19. Atrás quedara los tiempos una vez superada y podremos decir que es factible que el fútbol como Institución y los fútbolistas como los grandes actores del espectáculo y entretenimiento, producto de ese mercado y valor de cambio, seguirán repitiendo las mismas rutinas y hazañas que años tras años han realizado en la diferentes ligas y clubes, en los modernos estadios de fútbol. Hoy día es cuasi imposible en un fútbol globalizado encontrar entrenadores que siguen entrenando y dictando como apuntes las primeras notas que redactaron cuando se iniciaron en la docencia del fútbol: el caso actual de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), es triste, pero es mejor reconocerlo que ignorarlo. De todos modos, el futuro del fútbol venezolano nunca lo hemos imaginado, ni mucho menos realizado, lo que si nos debe preocupar es la supuesta intervención que algunos actores del fútbol venezolano han solicitado a la FIFA y Conmebol, para que se dé otra forma de gobierno.
Venezuela es un país que ha carecido de metas desde hace muchos años en el fútbol. Fuimos el país más desarrollado de América Latina hace unos setenta años y pasaron muchas generaciones, era el propósito como una meta nacional. Hoy día se nos hace difícil salir de la pobreza mental, política, educacional, cultural y deportiva; si seguimos esperando pasivamente la fórmula mágica para que nuestro desarrollo futbolístico nos llegue del Ministerio del Deporte, IND, la FIFA, Conmebol o del cielo. Y no porque las formulas no sean pertinentes, sino porque en última instancia quienes tenemos que cambiar, modificar, crecer, proponer, administrar y ejecutar los programas somos nosotros mismos quienes, en los últimos cincuenta años hemos estado inmersos en la organización y competencia de esta disciplina. El éxito de la formula siempre dependerá de nosotros. Si no trabajamos organizadamente en pos de metas realmente comunes en el fútbol venezolano, jamás habrá formula exitosa en el sueño vinotinto Qatar 2022.
Desarrollarnos implica aprendizaje: el reto entonces es generalizar el aprendizaje. Un medio para alcanzar la meta es organizar una verdadera sociedad de aprendizaje en el fútbol venezolano. ¿Qué es una sociedad de aprendizaje? Simplemente una sociedad en la cual toda la actividad social se convierta en una oferta continua de oportunidades de crecimiento para todos los ciudadanos, sin importar edad, instrucción formal, color de piel, credo religioso, ubicación geográfica o status político y socioeconómico. La educación es la única vía conocida para desarrollar las capacidades de las personas. Y la educación presencial y on line hoy día sufre transformaciones permanentes a través del uso de los medios de comunicación, redes sociales, telemática, cibernética, robótica (4G-5G), programas didácticos, correo electrónico, facebook, instagram, juegos multimedia y entretenimiento virtuales: si en algo es posible innovar es en educación y es la que más felicidad nos puede dar.
No podemos seguir manteniendo un Ministerio del Deporte, IND, FVF, Asociaciones, Ligas y Clubes, material y humanamente carentes de dirigentes sin liderazgo, en cuanto al fútbol, rezagadas en el conocimiento de la globalización futbolística, la tecnología y las nuevas posibilidades educacionales que esa misma ciencia y su misma tecnología han hecho posibles. Y no podemos seguir creyendo que el Estado Bolivariano debe regular, controlar, tener injerencia e intervenir, todas las actividades funcionales, ejecutivas, administrativas, jurídicas, educacionales y programas en el fútbol. Por supuesto que el Estado debe velar porque los actores de la estructura FVF, Ligas, Asociaciones, Clubes Profesionales y Aficionados y los Colectivos o Grupos de Interés por el Fútbol, estén respaldados por el principio de legalidad, y legitimación de sus estatutos y reglamentos y los conocimientos de las experiencias que presuntamente representan. Debe también el Estado ejercer su función de ductor, contralor y supervisor para evitar deformaciones indeseables en los procesos electorales y las prácticas educativas del fútbol: Pero para crear una sociedad de aprendizaje, el Estado requiere la ayuda de todas las instancias que cumplen funciones por delegación educacionales. y deportivas, las cuales están establecidas en la Ley del Deporte Recreación y Educación Física. Todas las instituciones deben incrementar y mejorar sus efectos instrucciónales y formativos: Un proyecto común de sociedad de aprendizaje en el fútbol, en el que participemos todos los venezolanos, debe incluir a los representantes del Estado como tal en su función pública y política deportiva, a las Fuerzas Económicas (Industria, Comercio, Servicios), las Universidades, y demás Organizaciones con aportes importantes para la definición del tipo de ser humano y sociedad que deseamos.
Necesitamos ser solidarios ante todo en estos momentos difíciles de pandemia, con esta patria que nos fue dada por una generación de héroes. Venimos de un sueño forjado en condiciones muchos más difíciles que las actuales. El proyecto político bolivariano y revolucionario de esta generación pudo haber sido bueno y al mismo tiempo cuestionado actualmente en todo lo que se quiera en lo político, social, económico y deportivo, pero sobrevive la realidad de nuestra nacionalidad (somos una raza cósmica, así lo dijo el escritor Carlos Rangel en su libro Del buen salvaje al buen revolucionario); sin llegar a pecar de chauvinista, Venezuela, es tierra de héroes, que con su sangre forjaron este bello país. En lo que ha nosotros respecta, somos venezolanos que heredamos un país naturalmente rico, manejado por gente psicológicamente pobres, intervencionista e injerencistas en todos los órdenes social, económico, político y deportivo. A la nuevas generaciones en el fútbol le corresponde enriquecer nuestra historia FVF (1926 Fundacion-1954 Competición–2020 Actualidad), y los recursos humanos para que alcancen el nivel de competencia como lo están haciendo algunos entrenadores y jugadores en las diferentes ligas y clubes a nivel internacional y nacional. Y tengamos confianza de que nuestra gente en el fútbol es educable y desea educarse cuando la educación tiene significado personal y representa mejoramiento cierto en las condiciones de vida. Debemos enseñar a través de todos los medios y redes sociales una solidaridad que haga consciente que mi bienestar depende del bienestar de los demás; que mientras más bienestar y genere mejor calidad de vida en los otros, mejor estaré yo mismo. En definitiva la sociedad de aprendizaje en el fútbol venezolano, debe cultivar seres humanos en constantes crecimientos cognoscitivos, psicológicos, filantrópicos, productivos, honestos y solidarios. Creo que se puede lograr pacíficamente sin injerencias e intervención política, judicial y militar del gobierno. El Estado Bolivariano debe invertir en salud, educación, cultura y deporte; de lo contrario colegirá que la ignorancia es gratis y da felicidad.
© AEDD 2020
Asdrúbal Sánchez
Ex jugador internacional de Venezuela
Abogado. Máster en Derecho Deportivo