Fue un año difícil para los venezolanos, la economía del país es la más débil en toda la historia, los problemas sociales, políticos y culturales
se acentuaron y esta realidad no escapó del deporte venezolano.
El fútbol venezolano se vio envuelto en escándalos, tras la captura del presidente del Federación Venezolana de Fútbol (FVF), Rafael Esquivel en
Suiza.
Esquivel, se ve ceñido en un bochornoso caso de corrupción, quizá el más grande en la reciente historia del balompié mundial, acusados junto a
miembros de la FIFA de ser una organización mafiosa, además de fraude masivo y lavado de dinero.
A fines de año el Tribunal Federal de Suiza decidió
Esquivel, permanezca bajo detención hasta su extradición a Estados Unidos,
de acuerdo a una decisión de los magistrados.
A este bullicio, se le suma la noticia de la dimisión de Juan Arango a la Selección Nacional, el eterno capitán de la selección de Venezuela, anunció entre lágrimas su retiro en septiembre, luego de 16 años y 129 partidos con la Vinotinto.
El anuncio lo hizo en rueda de prensa tras culminar el encuentro entre Venezuela y Panamá.
También 15 jugadores abandonaron el combinado tras las cuatro derrotas seguidas en las eliminatorias al Mundial Rusia 2018, en una decisión
reciente, el grupo de futbolistas que disputa la clasificación, condicionó su continuidad en el plantel a la salida de los actuales federativos, tras
la captura en Suiza de Rafael Esquivel.
Buenos momentos no unieron a los venezolanos de todos los colores, solo un tricolor importó para celebrar cuando los ‘Conquistadores de México’
tocaron el cielo con las manos.
Lo catalogo como el acontecimiento deportivo más memorable
