CARACAS – Con la victoria 4-2 de Francia sobre Croacia se terminó el Mundial. El telón de Rusia 2018 ya bajó. Pero el torneo que se disputó en la tierra de la matrioska y Maria Sharapova nos dejó algunas curiosidades para destacar como la maldición de los campeones, la venganza de Moctezuma, el Arena Kazan como el cementerio de los gigantes o el estadio Nižnij Novgorod como el teatro de las pesadillas suramericanas. Revisando los libros de estadísticas nos encontramos con otra anécdota, hay un equipo que sirve de talismán para levantar la copa: estamos hablando de Perú.
La selección inca participó en el primer Mundial de la historia del fútbol. No se puede decir que clasificó, pues fue invitado por Uruguay que era el organizador de ese evento. Perdió sus dos partidos: primero ante los anfitriones (0-1) y después ante su similar de Rumanía (1-3). Con un record de 0 victorias y 2 derrotas se cerró la primera participación de Perú en la cita mundialista. Pero lo que muchos no saben es que a los charrúas les bastó esta participación para hacerse del poder mágico del talismán peruano que marcaría una tendencia, para empoderar quienes les enfrentarían para a la postre rendirlos campeones mundiales.
Después de esa presencia en la primera cita mundialista la bicolor no lograría asistir a este evento hasta la edición de 1970. En este periodo de tiempo aparecería la generación más destacada de jugadores para Perú fue la que ganó una Copa América en 1975 (la final se disputò en el estadio Olímpico de la UCV victoria 1-0 ante Colombia) y participó en 3 mundiales en el período 1970 – 1982. Esta selección la conformaban jugadores como Alberto Gallardo, Héctor Chumpitaz, «Perico» León, Julio Meléndez, Roberto Chale, Ottorino Sartor, Ramón Mifflin, Teófilo Cubillas, Jaime Duarte, Julio César Uribe, Hugo Sotil, Juan José Muñante, César Cueto, Juan Carlos Oblitas, José Velásquez, Percy Rojas, Gerónimo Barbadillo y Franco Navarro.
En ese periodo la selección peruana jugaba de tú a tú con las tres grandes de la Conmebol: Argentina, Brasil y Uruguay.
Los peruanos volverían a jugar un mundial en la edición de México 1970. Para los incas las eliminatorias habían sido de ensueño: el 31 de agosto de 1969 sellaron su boleto para la cita mundialista luego de igualar 2-2 en la Bombonera ante la Argentina. Con este resultado la albiceleste se quedaría fuera del mundlal, por ese motivo se ganaron con el pasar de los años el apodo de la generación de oro.
En México 1970, los incas lograron disputar cuatro partidos: 3 de fase de grupos y uno en cuartos de final. En la primera ronda se midió a Bulgaria (victoria 3-2 con goles de Gallardo, Chumpitaz y Cubillas,), Marruecos (triunfo 3-0 doblete de Cubillas y gol de Chale) y derrota contra Alemania Federal (1-3). En los cuartos, la Blanquirroja perdió 4-2 con la poderosa Brasil, que luego ganaría por tercera vez la Copa Rimet a espensas de Italia que traía sobre sus espaldas la venganza de Moctezuma.
La tercera presencia de Perú en el mundial fue en 1978 en Argentina. En la primera ronda, Perú derrotó 3-1 a Escocia, empató 0-0 con Holanda y venció 4-1 a Irán. Con estos resultados avanzó a la siguiente fase. En la segunda fase del Mundial, se midieron a Brasil, Polonia y Argentina perdiendo los tres cotejos con los siguientes resultados: 3-0, 1-0 y 6-0. El juego ante la albiceleste pasaría a la historia como la “mermelada peruana” por las polémicas que generaron durante los 90 minutos. Después de superar a los incas el país anfitrión se vería beneficiado por los efectos del talismán peruano proclamándose campeones del mundo gracias a su victoria 3-1 ante Holanda en la Final.
Cuatro años más tarde, en España, Perú diría nuevamente presente. En la penisula ibérica mediría sus fuerzas contra Camerún (0-0), Italia (1-1) y derrota con Polonia (5-1). En 1982, el poder del talismán proveniente de los chamanes de Cuzco ayudaría a los azzurri a superar a la Argentina de Maradona y Pasarella, el Brasil de Falcao y Zico, la Polonia de Boniek y Lato en la semifinal y en la gran final a la Alemania de Rummenigge y Matthaeus.
Después de la experiencia en el mundial España 1982, la selección peruana vivió uno de sus periodos más grises. Esto debido a un accidente aéreo que en el año 1987 acabo con la vida de los jugadores del Alianza Lima, que en ese entonces era la columna vertebral de la selección.
En este 2018, Perú volvió a saborear las mieles de estar entre los protagonistas de un mundial de futbol. Esta vez los incas se enfrentaron en sus primeros dos juegos a Dinamarca y Francia perdiendo con marcador de 0-1. En el cotejo que cerró la frase de grupos midieron sus fuerzas con Australia derrotándolos con pizarra de 2-0. Esta vez los poderes del talismán ayudaron a los Blues que en una final inédita vencieron 4-2 a Croacia.
Ahora los fanáticos del fútbol no solo alentaran a su selección para que clasifique al mundial, sino que cruzaran los dedos para enfrentar a los incas en la fase de grupos y ver si serán los afortunados beneficiarios del amuleto peruano.
De Fioravante De Simone