CARACAS – Hay jugadores que con sus movimientos en los campos de fútbol nos deleitaban semana a semana. Ellos son capaces de dibujar parábolas perfectas con un par de guayos y un balón de fútbol. Uno de los futbolistas que tenía este don era Miguel García. Este jugador, nace hace 71 años en Las Palmas y emigra a Venezuela junto a sus padres a la edad de 8 años. A lo largo de su carrera deportiva, este jugador que hizo de la técnica un culto, defendió la camiseta de nuestra selección nacional.
“Inicié a jugar fútbol en el Colegio San Agustín donde tuve a un gran entrenador como Pedro ‘Peruco’ Castro. Nosotros, en el amateur, entrenábamos dos veces a la semana: los martes y jueves. Los partidos eran los sábados. Esa era la programación de las categorías infantiles y juveniles. Mientras que la Primera jugaba entre semana los jueves en la noche en el Estadio Nacional o los domingos en la mañana en la UCV y si jugábamos en las tardes lo hacíamos en el estadio Nacional, hoy Brigido Iriarte”.
Grandes entrenadores marcaron la carrera deportiva de Miguel García, estos son el Mulato Elio, Silvio Leite, Walter “Cata” Roque y Rafael Franco. Durante la entrevista nos comenta como fue su salto a la Primera División.
“Desde muy pequeño yo iba a ver los juegos de la Liga Mayor, en aquel entonces no existía la televisión. Yo para aprender las técnicas de los veteranos y de la importación que había en aquel momento, veía sus juegos. Yo en ese entonces entrenaba, en las mañanas, con el Galicia en el Velódromo Teo Capriles allí en el Paraíso. Yo iba por invitación del Pescaito Gómez que era entrenador del equipo, en ese entonces, ya estaba en el equipo Ramón Iriarte, que también había salido del San Agustín. Yo por 50 bolívares más firmo con el Canarias, lo tenía muy cerca de mi casa. Aunque geográficamente me convenía el Galicia, pero el Galicia me ofrecía 750 bolívares y el Canarias 800. Pero yo estudiaba psicología en la Universidad Católica Andrés Bello. Ir de clases al entrenamiento era una odisea que entrenaba en La Salle Tienda Honda, que tenía sus canchas en donde actualmente está el metro La Paz”.
El contrato de Miguel García con el Deportivo Canarias.
Miguel García llega al fútbol profesional, pero como él mismo nos confiesa: “Pero no era una motivación especial. Yo sabía que iba a tener un futuro muy incierto. Uno de los problemas que tuvo la materia prima futbolera en esa época, es que la mayoría no llegaba al profesional. Muchos optaban por dedicarse a su carrera universitaria o trabajar con la empresa de sus padres. Te pongo el caso, de los 800 bolívares que me ofrecía el Canarias en ese entonces, 600 me los daban los otros 200 los obtenía con la venta de unos boletos para la rifa de un automóvil. Osea que si vendías un número de ticket equivalente a esa cifra no obtenía esos 200 bolívares. Yo afortunadamente no dependía de ese sueldo y tenía un carácter de poca paciencia. A eso, hay que añadirle, que yo también jugaba béisbol, jugué clase A inter obrero, y las veces que no me convocaban con el Canarias yo me iba a jugar pelota. Recibí varías multas por eso, ya que ellos te chequeaban y quería que fueras al juego de fútbol para crear mentalidad profesional”.
En Primera División defendió los colores del Canarias, cuando el equipo isleño jugaba en el estadio de béisbol debido a los trabajos de remodelación que se estaban realizando en el Olímpico.
Las óptimas dotes como jugador de Miguel García se vieron desde el primer día en primera. El histórico periodista deportivo Lázaro “Papaíto” Candal en su columna “dribbling” describió al mediocampista en su debut de la siguiente manera: “Salió por Farías. Buena constitución, buenas maneras, buena pegada. Tiene puesto en la media sin discusión”.
Estando con el Canarias, tuvo sus diferencias con el entrenador y fue relegado al banco de suplentes. El conjunto isleño lo manda a préstamo al Litoral, cuyo dueño era un hombre adinerado y quería aplicar una política muy similar al Bilbao, con puros criollos en la cancha. El préstamo era para disputar la Copa Venezuela.
“Era un equipo solvente: pagaba 15 y último. Lamentablemente el dueño de ese club fallece. En ese club coincidí con jugadores como Rentería, Edgar Morales, Humberto Scovino, el arquero Zuloaga, Iván ‘Tiburón’ García, entre otros. Cuando me regreso al Canarías, terminada la Copa Venezuela. Me reporto con el Canarias y me entero que yo ya no era ficha del club. esa situación me molestó”.
En el amateur es donde obtuvo más logros diversos títulos logrados con el Colegio San Agustín.
“Uno de los juegos que más recuerdo es el que obtuvimos ante el Loyola. Ese día para obtener el título teníamos que empatar, faltando tres minutos íbamos perdiendo 0-2. Finalmente logramos empatar 2-2 y nos titulamos”.
Un recorte de prensa del diario El Nacional.
Miguel García jugó en el torneo interno del Centro Italiano Venezolano de Caracas. Allí coincidió con el Mulato Elio que lo quería con el Deportivo Italia y Gragorio “Pescaito” Gómez se lo quería llevar al Valencia Fútbol Club. Pero García optó por jugar sólo a nivel amateur y dedicarse a su carrera profesional.
Con la selección participa en unos Bolivarianos Juveniles que se disputan en Lima en 1966 enfrentando a selecciones como Chile, Ecuador y Perú. En esos juegos hace su debut con el cuadro inca Teófilo Cubillas. En las filas de la vinotinto estaban: Ramón Iriarte, Enrique Fernández, Teñia, Caraballo, entre otros.
En 1967, participa en el Torneo Juventud de América que ese año es organizado por Paraguay. La selección venezolana se enfrenta a Paraguay, Colombia y Argentina. El combinado nacional obtiene una victoria ante los cafeteros gracias a un doblete de Ramón Iriarte y un gol de Eduardo Bello.
“En este torneo yo creo que tuve mi mejor exhibición con la selección. Entre las cosas que te puedo decir de este campeonato, es que fue tanta la desorganización por parte de la Federación, es que fuimos a jugar a Paraguay en época de verano con franela manga larga. Te podrás imaginar que con una temperatura de 40 grados nos estábamos derritiendo”.
Con el combinado nacional, entra en la lista de los convocados del Torneo Preolímpico que se disputó en Colombia, en 1968, donde midió sus fuerzas a Chile, Brasil y Paraguay. García fue protagonista en los tres juegos que tuvieron como escenario la ciudad de Barranquilla. En esa selección había jugadores como Carlos “Chiquichagua” Marín, Orlando Torres, Roberto Salas, Eddy García, Antonio “Toño” Marcano, entre otros.
“En ese torneo nos dieron un viatico de tres dólares. Entre las otras cosas que nos pasaron en ese Preolímpico en el juego ante Chile nos tocó jugar con un uniforme prestado ya que no teníamos uniforme de reserva. Como el partido fue en Barranquila, el Junior nos prestó los uniformes”.
Miguel García durante su pasantía en los medios
En 1970, defendió la camiseta de nuestra selección en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que ese año fueron organizados por Panamá. En ese torneo la vinotinto ocupó la cuarta plaza detrás de las selecciones de Cuba, Antillas Neerlandesas y Colombia.
Después de colgar los botines, obtiene su título de entrenador en Venezuela en la promoción Francisco “Pollo Ronco” Sandoval. Junto con García obtienen el certificado de entrenador celebridades del balompié nacional como: Luis Mendoza, Vito Fassano, Manuel Plasencia, Orlando Torres, Stanish, Freddie Ellie, entre otros.
Posteriormente, saca el cerfiticado Future FIFA/Coca-Cola World Football Development Programme, en el año 1995, dicho evento se desarrolla en la isla de Margarita. Finalmente, Miguel García, también realizó el curso de entrenador en Coverciano. “Lo logro hacer gracias al buen auspicio que me hace el señor Domenico Cavallo allá en Italia. Para los entrenadores extranjeros había solo dos cupos: uno lo obtuvo un entrenador estadounidense y otro yo. Otra persona que me ayudo en la realización de ese curso fue Ignacio ‘Nacho’ Avalos”.
Fue gerente del Maritimo Fútbol Club cuando en el equipo militaban Franco Rizzi, Noel Sanvicente, Tony Carrasco, Daniel Nikolac. Experiencia en radio donde trabajo con Reyes Alamo y su hermano, Luis Manuel Fernández, Sergio Biferi, entre otros.
