CARACAS – Tenía un sueño, el venezolano Jefferson Savarino (28 años). La mayoría de los deportistas lo tienen. Un sueño que guía sus pasos (en este caso cada patada a un balón) día tras día. Para los futbolistas, el sueño es levantar no solo un trofeo a nivel local, sino a nivel internacional: Copa Libertadores, Champions League o Mundial.
Ganar un cetro es una forma de pago a tantos sacrificios, sudor, lagrimas, lesiones y más cosas. El sábado, en el estadio Monumental de Buenos Aires, se disputará la final de la Copa Libertadores entre Botafogo y Atlético Mineiro. Entre los protagonistas en el terreno de juego estará el vinotinto Jefferson Savarino, que escribirá su nombre como el cuarto jugador nacido en la “Pequeña Venecia” en disputar el juego decisivo de la máxima competición continental de clubes de la zona Conmebol.
En este 2024, el mediocampista nacido el 11 de noviembre de 1996 en Maracaibo ha tenido un óptimo desempeño en la Libertadores con 4 goles y 4 asistencias.
El sábado, Savarino enfrentará a su ex equipo, el Atletico Mineiro. Durante su estadía con el “Galo”, el marabino disputó 99 juegos y en 22 ocasiones entonó el grito de gol.
Antes del mediocampista venezolano, habían participado en una final de la Copa Libertadores: el portero Rafael Dudamel (en 1999 con el Deportivo Cali derrota 4 – 3 en los penales ante el Palmeiras), el mediocampista Alejandro «Lobo» Guerra (campeón en 2016 con el Atlético Nacional triunfo 4 – 1 ante el Sao Paulo) y el delantero Yeferson Soteldo (con el Santos en 2020: derrota 1 – 0 con el Palmeiras).
Jefferson Savarino sabe que de ganar la Copa Libertadores escribirá su nombre en los libros de historia del fútbol criollo y siempre será recordado. Su nombre y apellido será sinónimo de valor, calidad, belleza, deportividad y gloria.
Fioravante De Simone