Las chicas vinotinto lograron la histórica hazaña de darle al país su segundo título Conmebol
Unas 40 mil personas aupaban el Metropolitano de Cabudare en medio de un sol implacable pero eso no importó porque en una sola voz las gradas se vinieron abajo para cantar el agónico gol de una joven de 16 años de edad que hizo lo que prácticamente es imposible para alguien que vista el uniforme vinotinto y es el de marcar a Brasil.
Este domingo 20 de marzo de 2016 quedará marcado en la historia del fútbol venezolano. Es un día que la afición recordará por siempre, fue el día en que la hinchada se rindió a los pies de unas adolescentes que lograron un hito para el país: ser bicampeonas de la categoría sub 17, y como en el 2013, de manera invicta.
El techo es el cielo. No se conformaban con ganarse el cupo a la cuarta cita mundialista para las mujeres, tercero para la sub 17, sino querían más. Y es que el listón estaba muy alto. Con una base de este grupo, en 2013 habían logrado el campeonato sin haber perdido ningún partido, ahora en casa, no había otra cosa sino repetir la hazaña.
Pareció fácil para unas “veteranas” de 16 años bajo la capitanía de Deyna Castellanos. La delantera es ahora admirada por todo un país que se rinde a sus encantos pero más allá por su capacidad de encarar el arco. Anotó 12 dianas que la convirtieron en la goleadora del torneo pero nada nuevo para ella. En 2014 fue co goleadora del Mundial de Costa Rica Sub 17 junto con su compatriota Gabriela García y gracias a seis tantos.
Este domingo llegaba al último partido para buscar darle al país su segundo título de Conmebol en cualquier categoría, sabiendo que el primero también lo ganaron ellas. Brasil fue el rival, y como suele ser, la selección más temida, pero los papeles se invirtieron y como dijo la capitana “están locos si no le temen a Venezuela ahora” y así al minuto 50 en una jugada de esas que uno admira en los mundiales masculinos, Deyna recibió el balón, gambeteó, se quitó los rivales y apuntó el arco como las grandes. Golazo de talla mundial y que bastó para que Venezuela se coronara campeona, invicta y con pase al mundial.
Hace unos ocho años había sido una locura pensar que 40 mil personas se auparan para ver a unas mujeres jugar fútbol y más unas adolescentes pero con cuatro clasificaciones al mundial, dos campeonatos de Conmebol, una medalla de plata en los Juegos Olímpicos Juveniles, una goleadora mundialista, una presea de oro en los Centroamericanos y del Caribe y un cuatro lugar en un mundial, como no hacerlo.
Todo esto bajo el manto del panameño Kenneth Zseremeta. Un extranjero que adoptó a Venezuela como suya, y más importante aún, adoptó un proyecto en el que nadie creía. Pasando penurias y sin apoyo, en su carácter difícil pero con una convicción intacta, descubrió a las joyas que hoy dejan sin aliento al país. “Hoy el fútbol femenino ha crecido” y tiene razón porque más nunca los venezolanos se olvidaran de estas mujeres que pasaron de ser cenicientas a ser las reinas de un deporte dominado por hombres.
¿Le queda algo a Zseremeta por demostrar? Absolutamente nada. Lo ha logrado todo y como hace tres años se le preguntó su continuidad y dijo lo mismo “me voy a replantear mi permanencia luego del Mundial”. Para muchos sería una locura que abandonara el barco pero ya él dejó su estela y las demás selecciones femenina están encaminadas, seguramente querrá hacer cosas nuevas. En este punto no hay nada que reprocharle.
¿Qué pasará con el fútbol femenino? La premisa es el apoyo. No es un secreto de las estructuras deficientes de este deporte en el país. Necesita apoyo de los entes correspondientes. No basta con tomarse la foto con el trofeo sino estructurar cambios a largo plazo para darle continuidad a un proyecto que merece ser tomado en cuenta y dejar en atrás las quejas de que no tienen uniformes, no tienen dinero y las condiciones socioeconómicas de algunas de las jugadores. El apoyo debe ser integral y deben brindarle todas las comodidades para que sean deportistas de alto rendimiento.
Comparar los logros de la masculina con la femenina está fuera de contexto. Cada uno anda en caminos distintos con adversidades complejas, lo que si es cierto que los logros deben ser premiados y las condiciones de las futbolistas deben estar acorde a lo que han obtenido.
Este 2016 Venezuela escuchará el Gloria al Bravo Pueblo dos veces en un Mundial. En septiembre con la Sub 17 en Jordania y el noviembre con la Sub 20 en Papúa Nueva Guinea. Hoy el país en medio del caos, y que siempre añora un mundial, celebra con sus bicampeonas la demostración de que el dinero no vale sino la fuerza de dejar todo por una camiseta que en esta ocasión se pinta de vinotinto y tiene perfume de mujer.
El recorrido de un invicto:
Venezuela 3-0 Argentina
Venezuela 8-0 Perú
Venezuela 2-0 Chile
Venezuela 3-1 Paraguay
Fase final:
Venezuela 4-0 Colombia
Venezuela 6-2 Paraguay
Venezuela 1-0 Brasil
Por Cecimar Kerch / @CecimarKerch
